‘Un lugar para los muertos’ featuring los Dead Kennedys de la Bachata en Verano
Fukuoka por Depredador
Libro: Alien Vs Predator / Autor: Micheal Robbins / Editorial: Penguin / Colección: Poesía
Alien Vs. Predator está destinado a fracasar. Alien Vs. Predator es una película que se pretende trampa de ciencia ficción para exprimir las ansiedades refritas de los ochentas, pero que en realidad es un libro de poesía del futuro. Un futuro postapocalíptico que siempre es visto como pre-. ‘Pre-’ como prefijo del verbo cocer o del latín que aparece inscripto en las películas de Robin Williams en las que enseña que la poesía no es más que el absurdo mazo de la repetición golpeando nuestras incertidumbres. “Alien Vs. Predator ‘me enseñó a volar (sic)’”, dijo Amelia Earhart en su última entrevista. Justo antes de que le cerraran su canal. Acorde a las políticas planteadas en el disclaimer del entramado de la infoesfera -como dice el buen Bifo en Fenomenología del fin-: “los muertos no prosumean”. Ergo, no exhalan saturación cognitiva y emocional, aunque son minados como código RAW para capitalizar simbólicamente y producir las sensaciones de nametag:‘Memoria’ y nametag:‘Recuerdo’ por N segundos en el procesamiento activo que se agencian clusters de usuarios. Eso que pregona Juan Luis Guerra en Fukuoka: “Alien Vs. Predator/Somos incompatibles/matemonos para rentabilizar/el perseguirnos en pantalla/entre galaxias desconocidas/y civilizaciones sin destino/Bailemos con tu piel de abrigo/desangrando a gotas/otra vez”.
Ahora sí… quien haya atravesado lo anterior, podrá entender que Micheal Robbins escribió para producir efectos. Lo que me afectó profundamente de su libro es el manejo del ritmo de la indiferenciabilidad -algo que leí como un achatamiento de las jerarquías entre productos culturales de diverso género, sin que esto suponga la bastardización de dichas referencias, más bien el trabajo alfarero de las mismas-. Nunca leí a Martin Heiddeger[1], pero sé que se lo suele estimar como el último gran filósofo -en una larga fila de últimos all male nominees- por algunas BrainyQuotes como: “Trabajemos sobre el modo lindo de decir las cosas, pues carece de sentido el decir con pretensiones sobre lo dicho”. Algo así; pero en alemán, mejor escrito, hace un rato y con mixed feelings onda ‘Manhattan’ de Woody Allen hoy, pero con tufo a SS. Acá hubiese tenido más punch citar a Peter Sloterdijk o Byung-Chul Han, pero no se me ocurre cómo… así que mejor cuento una anécdota de relleno:
En el 2016 tuitee un verso de Not Fade Away que me pareció hermoso:
Half of the Beatles have fallen
and half are yet to fall.
Me resultó insuperable. No podía entender cómo a alguien en la Historia de la Humanidad de la Enciclopedia Britannica se le pudo haber ocurrido una síntesis tan bella. Me puse maniaco. Quería anotárselo a todo. En ese momento lo puse como descripción en mi cuenta de Twitter. Unos días después de haberla actualizado -recuerdo que era un feriado en EEUU-, me llegó un direct message de @alienvsrobbins (que en este preciso momento estoy buscando y no encuentro[2]) que decía algo así como que él no quería ser pesado, pero que por favor citara la fuente. Estaba re al pedo el chavón buscándose en Twitter.
Así que mi próximo tuit fue:
O sea, loco no jodas que le ando haciendo publicidad gratis a tu neurosis. Siempre con mucho respeto, como cuando uno aborda a un desconocido admirado que stalkeas online cada tanto. Por cierto, ahora que ando buscando el mensaje de la discordia, encontré que el primero que hice referido a su obra, en realidad fue este:
Después ya no volvimos a hablar.
Dos corazoncitos, un RT y un DM. No está mal… ¿no? ¡¿No?! ¿¿¿¿¿¡¡¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!?????
“Alien Vs. Predator está destinado…”, susurra Velvet al oído.
♫ I’m sticking with you ♫, respondo sin pensar.
— — — —
[1] Intenté con El ser y el tiempo, pero era tanta la paja psicoanalítica alrededor que desistí de seguir intentando y pasé a la carne picada con libros titulados como ‘Lea a este filósofo en menos de 30 minutos’ y al careteo con ambigú de La Cultura: Todo lo que hay que saber de Dietrich Schwanitz.
[2] Y no… no lo encontré. Mi archivo de DM salta de enero 2016 a abril 2016. Bu. Quizás sea mejor así: la ausencia siempre suma mística al texto. Para más información al respecto, lea Freakonomics — El lado oscuro de la economía de Steven Levitt y Stephen J. Dubner.
~~~Bonus Track~~~