hoy me compré un aborto en el chino
fui directo al pasillo de la derecha
el de los detergentes
el de los productos para la limpieza definitiva
ese
que está entre el laberinto mágico del vino
y las cámaras de seguridad
no lo encontraba en la góndola
fui
hasta la caja para preguntar
pero no quise interrumpir el tarareo extasiado
de Like a Virgin reversionada en K-Pop
volví al pasillo de la derecha
estaba abajo
del abrillantador para la mierda canina en el zapato
de la expiación del cavado con piedra pomez
y de la solución
líquida para el pudor entre las piernas con certificación kosher parve
se vendía solo en paquetes de a cuatro
el capitalismo te fuerza
a coger con asiduidad
a un embarazo sin término
o a conseguir amigas que festejen
justo antes
de la fecha de expiración
los abortos individuales seguían en falta
o con un sobreprecio de Estación
Espacial Intercontinental
hacía meses
que no los surtía
el proveedor de la región rioplatenese
las razones del por qué se evaporaban
a lo largo de la cadena de distribución de las coimas
y la escasez
de la oferta aunada
a la inflación núcleo y elasticidad del dólar
hacían que coticen
a la par del bitcoin
pagué con tarjeta en tres cuotas
seguía el cadáver en el piso
de las doce sin interés
y en el ticket
la leyenda de VISA decía:
fecha
doná ahora
aclaración
salvá las dos vidas
firma
con austeridad y represión