en América nos preguntamos
si la Patria Grande es belga
en América nos preguntamos
si la Patria Grande es belga
número cincuenta y tres
sección
dos tercer párrafo:
extirparle
las funciones
cognitivas extendidas
tercerizadas en bases de datos
y dispositivos
la familia Assange exige
un habeas corpus
a Lenin
una paradoja
tiene costados que no se pueden cortar
aunque la línea
punteada sugiera buen pulso
con debates en pantallas infestadas de mosquitos
y plebiscito
patrocinado por Unmar Queacá,
hacían espejo la guillotina
y el corset del pueblo
en una caja vacía que
minotaurea el clíc
los usuarios eligen a un Dios que perdone
mientras al otro le toque pagar
hace días que soy pulgar
esa pulsación que irradia clics
en cada micrón
del Pomodoro laboral
me saco el reloj de la mano izquierda
y lo suelto como en drop mic
para ver si el impacto
da para story
con luces de colores y unicornios como stickers
pero esto me hace consciente de la transpiración
entre el plástico y la piel
una voz sin Skip Ad
tararea mi historial en cada dispositivo
y amenaza con arrancarme
el hipotálamo de las cookies:
el trabajo es la yihad contra el cuerpo
la yihad es contra el cuerpo
el trabajo es la yi_
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Libro: Alien Vs Predator / Autor: Micheal Robbins / Editorial: Penguin / Colección: Poesía
Alien Vs. Predator está destinado a fracasar. Alien Vs. Predator es una película que se pretende trampa de ciencia ficción para exprimir las ansiedades refritas de los ochentas, pero que en realidad es un libro de poesía del futuro. Un futuro postapocalíptico que siempre es visto como pre-. ‘Pre-’ como prefijo del verbo cocer o del latín que aparece inscripto en las películas de Robin Williams en las que enseña que la poesía no es más que el absurdo mazo de la repetición golpeando nuestras incertidumbres. “Alien Vs. Predator ‘me enseñó a volar (sic)’”, dijo Amelia Earhart en su última entrevista. Justo antes de que le cerraran su canal. Acorde a las políticas planteadas en el disclaimer del entramado de la infoesfera -como dice el buen Bifo en Fenomenología del fin-: “los muertos no prosumean”. Ergo, no exhalan saturación cognitiva y emocional, aunque son minados como código RAW para capitalizar simbólicamente y producir las sensaciones de nametag:‘Memoria’ y nametag:‘Recuerdo’ por N segundos en el procesamiento activo que se agencian clusters de usuarios. Eso que pregona Juan Luis Guerra en Fukuoka: “Alien Vs. Predator/Somos incompatibles/matemonos para rentabilizar/el perseguirnos en pantalla/entre galaxias desconocidas/y civilizaciones sin destino/Bailemos con tu piel de abrigo/desangrando a gotas/otra vez”.
Ahora sí… quien haya atravesado lo anterior, podrá entender que Micheal Robbins escribió para producir efectos. Lo que me afectó profundamente de su libro es el manejo del ritmo de la indiferenciabilidad -algo que leí como un achatamiento de las jerarquías entre productos culturales de diverso género, sin que esto suponga la bastardización de dichas referencias, más bien el trabajo alfarero de las mismas-. Nunca leí a Martin Heiddeger[1], pero sé que se lo suele estimar como el último gran filósofo -en una larga fila de últimos all male nominees- por algunas BrainyQuotes como: “Trabajemos sobre el modo lindo de decir las cosas, pues carece de sentido el decir con pretensiones sobre lo dicho”. Algo así; pero en alemán, mejor escrito, hace un rato y con mixed feelings onda ‘Manhattan’ de Woody Allen hoy, pero con tufo a SS. Acá hubiese tenido más punch citar a Peter Sloterdijk o Byung-Chul Han, pero no se me ocurre cómo… así que mejor cuento una anécdota de relleno:
En el 2016 tuitee un verso de Not Fade Away que me pareció hermoso:
Half of the Beatles have fallen
and half are yet to fall.
Me resultó insuperable. No podía entender cómo a alguien en la Historia de la Humanidad de la Enciclopedia Britannica se le pudo haber ocurrido una síntesis tan bella. Me puse maniaco. Quería anotárselo a todo. En ese momento lo puse como descripción en mi cuenta de Twitter. Unos días después de haberla actualizado -recuerdo que era un feriado en EEUU-, me llegó un direct message de @alienvsrobbins (que en este preciso momento estoy buscando y no encuentro[2]) que decía algo así como que él no quería ser pesado, pero que por favor citara la fuente. Estaba re al pedo el chavón buscándose en Twitter.
Así que mi próximo tuit fue:
O sea, loco no jodas que le ando haciendo publicidad gratis a tu neurosis. Siempre con mucho respeto, como cuando uno aborda a un desconocido admirado que stalkeas online cada tanto. Por cierto, ahora que ando buscando el mensaje de la discordia, encontré que el primero que hice referido a su obra, en realidad fue este:
Después ya no volvimos a hablar.
Dos corazoncitos, un RT y un DM. No está mal… ¿no? ¡¿No?! ¿¿¿¿¿¡¡¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!?????
“Alien Vs. Predator está destinado…”, susurra Velvet al oído.
♫ I’m sticking with you ♫, respondo sin pensar.
— — — —
[1] Intenté con El ser y el tiempo, pero era tanta la paja psicoanalítica alrededor que desistí de seguir intentando y pasé a la carne picada con libros titulados como ‘Lea a este filósofo en menos de 30 minutos’ y al careteo con ambigú de La Cultura: Todo lo que hay que saber de Dietrich Schwanitz.
[2] Y no… no lo encontré. Mi archivo de DM salta de enero 2016 a abril 2016. Bu. Quizás sea mejor así: la ausencia siempre suma mística al texto. Para más información al respecto, lea Freakonomics — El lado oscuro de la economía de Steven Levitt y Stephen J. Dubner.
~~~Bonus Track~~~
hay una foto en un parque
justo al lado de Chacarita
donde elonga Elcano
hacia las revanchas de ping-pong custiodiadas por drones
untando deseos encubiertos
en los ojos de nuestrxs niñxs
donde elonga Elcano
hacia caminos secretos trazados
por una jauría de soretes rasgando el suelo
patrocinados
por un jabón en gel que mata bacterias
al 98
coma 9 por ciento
la subió la vecina sin taggearme
CÓMO FUE QUE ME DI CUENTA
DE TODAS LAS DESGRACIAS DE ESTE MUNDO
SIN LA NOTIFICACIÓN DE LA CAMPANITA
*que me ayuda a recordar al colegio
*a la religiosidad de la burocracia encarnada
en las relaciones socioafectivas
*al efecto doppler
en el camión de la basura
con murciélago moribundo y brazo mecánico sin Playstation
*a los cadáveres que despierta el cobre
en la mesita de luz del abuelo
una foto familiar en la que estábamos
todos contentos
(como nombre de micro-mercado
del Imperio transcultural que nos somete
con la fuerza del arroz
la falta de monedas
y los “buenos precios”)
aunque a nosotros
en la foto nos faltaban los oídos
literalmente
no estaban los huecos para los auriculares
que aniquilan la demora Bluetooth
Todos Contentos
había piel
sospechosamente lisa
con bordes tenues
como de cicatriz de posguerra
como de supervivencia al fuego
como la marca
de haber extirpado la música en un cuerpo
fui directo al pasillo de la derecha
el de los detergentes
el de los productos para la limpieza definitiva
ese
que está entre el laberinto mágico del vino
y las cámaras de seguridad
no lo encontraba en la góndola
fui
hasta la caja para preguntar
pero no quise interrumpir el tarareo extasiado
de Like a Virgin reversionada en K-Pop
volví al pasillo de la derecha
estaba abajo
del abrillantador para la mierda canina en el zapato
de la expiación del cavado con piedra pomez
y de la solución
líquida para el pudor entre las piernas con certificación kosher parve
se vendía solo en paquetes de a cuatro
el capitalismo te fuerza
a coger con asiduidad
a un embarazo sin término
o a conseguir amigas que festejen
justo antes
de la fecha de expiración
los abortos individuales seguían en falta
o con un sobreprecio de Estación
Espacial Intercontinental
hacía meses
que no los surtía
el proveedor de la región rioplatenese
las razones del por qué se evaporaban
a lo largo de la cadena de distribución de las coimas
y la escasez
de la oferta aunada
a la inflación núcleo y elasticidad del dólar
hacían que coticen
a la par del bitcoin
pagué con tarjeta en tres cuotas
seguía el cadáver en el piso
de las doce sin interés
y en el ticket
la leyenda de VISA decía:
fecha
doná ahora
aclaración
salvá las dos vidas
firma
con austeridad y represión
para Lucía Pérez
hay un perrito en la casa de al lado
es un caniche blanco
con pelaje rizado
y pequeñas
manchas de petróleo bordeándole la mirada
de esos que te hacen sudar frío
porque al despertar
desconoces de qué es metáfora:
si es espejo
o
indignación
una tarde sin descanso
aullaron las sirenas
se hizo bardo en el barrio
resulta que el caniche
asesinó a su noviecita
y apareció enterrada entre el hueso de tira
y el cantero
mientras un tetra de Cindor
ubicado
en decúbito lateral izquierdo
goteaba como testigo sobre el alféizar que une
el afuera con la cocina
me angustiaba la imagen
de la vecina en ojotas
no sabiendo domar a su cachorrillo
¿acaso
no tenía cable?
¿Animal Planet? ¿NatGeo?
¿acaso no se cruzaba con otras dueñas en la plaza? ¿acaso no cargaba el gen
que determina al ejercicio de la violencia interpretativa durante los años lactantes?
aún con la pedagogía de Freire aplicada
a mamíferos hogareños
¿cómo alguien no puede
ejercer la domesticación?
me tranquilicé al fin
con el recuerdo de una película
en la que
todos los perros van al cielo
hasta convertirse
en sueños de análisis:
indignación
estupor
_ espejo